El Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña advierte de que la hoja de ruta de la Generalitat de Cataluña para cumplir el objetivo europeo de neutralidad climática en 2050 es irrealizable, al igual que lograr el objetivo intermedio de 2030.
En un informe sobre la transición energética en Cataluña consultado por elEconomista, los ingenieros consideran que las previsiones de evolución del consumo de la administración autonómica son demasiado optimistas respecto a su crecimiento moderado, y que las vías para cubrir esta demanda son limitadas y «confunden descarbonizar con electrificar», cuando hay una parte relevante del consumo como el industrial y el del transporte pesado- que deberá cubrirse con otras energías, como el hidrógeno, el biogás y combustibles sintéticos.
También señalan que las energías renovables no pueden ser el único pilar del sistema eléctrico, porque se requiere «potencia firme» que esté disponible en cualquier momento para atender la demanda, lo que pasa por ciclos combinados de hidrógeno, baterías y otros sistemas de almacenaje de energía, y mecanismos de bombeo reversible en las centrales hidroeléctricas.
Los ingenieros apuntan que la Generalitat prevé instalar más potencia eólica terrestre de la que es técnicamente posible por los requisitos de separación entre aerogeneradores, y que la lentitud burocrática para tramitar nuevos proyectos hace imposible alcanzar los objetivos marcados.